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MI MUNDO GOTICO

CAMINO DE PERDICIÓN

Vuelvo a los brazos del alcohol a las noches de vela sujetando una barra como cualquier perdedor de sueños.....

No tengo empleo o tal vez si, ya no lo recuerdo después de 10 cervezas. Cuando intento ver las caras de mis ex-amigos tan solo recuerdo nubes con ojos que apenas pueden sentir o ser de algún mundo real, ni siquiera de una vida.

Veo mis fracasos en los ojos de todos mis constantes amores de barra sucedáneos de un amor perdido en aquellas tierras del norte en dónde pase mi juventud, los besos apenas son sucedáneos de aquellos besos de antaño y los cuerpos.... solo cuerpos son, junto con caricias de placer efímero impuesto por la urgencia de una necesidad insatisfecha.

Nunca supe las razones de mi existencia pero debieron ser escasas cuando ansío tanto mi muerte aunque la prefiero lenta y bañada en el alcohol quitapenas de todas las noches restantes de vida.

En la lejanía veo a la futura presa de mi lujuria.

Es un hombre de tez blanca, ojos azules con un brillo especial y aproximadamente 1,80 cm. de estatura, camina hacia mi con paso firme y se para en seco apenas dejando un mínimo espacio vital entre ambos. Mi mente se aclara y sus labios susurran un nombre... ¡MI NOMBRE!

Reconozco al asesino de Pedro el único hombre de quién estuve enamorada y al cuál mato su primo por la herencia familiar, me robo todo... mi vida, mi amor, mi tierra.... la compasión no formaba parte de mi ser en aquellos momentos y salimos a la calle para hablar en el callejón de al lado.

Le bese como había besado a mil desconocidos que nada me importaban pero creían mis afectos verdaderos y mi navaja se hundió en él tan suavemente como una cuchara en un flan.

Enciendo mi cigarrillo mientras miro el cadaver con una extraña mueca de sorpresa en su rostro.

Dulce muerte..... dulce venganza... dulce espera.....

Y volví al bar para tomarme la siguiente cerveza, el olvido envolvió mi momento como todas las noches desde hacia..... no recuerdo los años.

 

 

 

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